América TV estrenó hoy la miniserie "Gamarra", basada en la historia del emporio comercial limeño, cuyo apogeo se debió principalmente al esfuerzo y dedicación de los migrantes provincianos, representada a través de las vicisitudes de una familia con el mismo apellido.

"Gamarra" continúa, en cierto sentido, con la línea trazada por "Al fondo hay sitio", aunque con rasgos mucho más dramáticos que cómicos: el contraste de dos culturas -Lima y el interior del país-, surgido a partir de las grandes migraciones ocurridas en las últimas décadas del siglo pasado.

No puedo ocultar mi gusto por esta serie. El aspecto técnico tal vez no sea el más logrado de la televisión peruana -las actuaciones de varios actores no llegan a estar por encima del promedio-, pero el tema es explotable e innovador; la trama, interesante; y el guión, prolijamente elaborado. No hay pierde, especialmente si Ud. buscaba una alternativa a "Magaly TV".

Dedicaré futuros posts a pronunciarme sobre este tópico de moda en nuestra televisión: la cultura provinciana -o acaso su nostalgia-, tan presente hoy en día y, sin embargo, tan ausente aún en la conciencia de tantos limeños, cuyos gestos de repulsión frente a estas personas evidencian su falta de cultura.

La reflexión sobre este fenómeno, esta mezcla de culturas y peculiaridades, es crucial para entendernos y para barruntar lo que se nos viene (pues considero que los retos que el Perú habrá de enfrentar en el futuro serán principalmente de corte social, antes que económico). Y este tipo de miniseries ayudan mucho a preparar el terreno para el debate. ¡Dale con fuerza, "Gamarra"!

Bareto tiene un instrumental simplemente maravilloso, con el cual titula y cierra con broche de oro su más reciente producción, "Sodoma y Gamarra". Escucharla equivale a vivir en el corazón del emporio, siendo testigos del coraje de esta fuerza productiva, de estos verdaderos -si bien no únicos- embajadores del Perú. Pongan play y que comience el viaje (en su respectivo mototaxi).